Descansar lo que tu cuerpo necesita influye en tus kilos mucho más de lo que podrías pensar.
Por María José Leiva.
Desde mi trabajo como psicóloga en el ámbito de la obesidad, trastornos alimentarios y diabetes, hace tiempo que me llamaba la atención que un porcentaje importante de los pacientes que llegaban a mi consulta por problemas de peso, me contaran que en los últimos años habían tenido un desorden en sus hábitos de sueño, ya sea porque estudiaban de noche, trabajaban con turnos, etc.
Y esto no lo vivían como un problema. Pareciera que hoy en día se ha vuelto normal que tratemos de funcionar 24/7, y que los espacios de descanso –como las horas de sueños- hayan perdido importancia.
El desorden de sueño y el aumento de peso
La ciencia que estudia los ritmos biológicos a lo largo del tiempo se llama Cronobiología, y ha demostrado que la mayoría de los fenómenos que ocurren en nuestro cuerpo sufren una oscilación relacionada con la luz, denominada como Ritmo Circadiano. El sueño, la vigilia, el hambre, la saciedad y la producción de hormonas son algunas de las variables que siguen este patrón.
Y cuando por ejemplo, tu reloj biológico se altera y se mantiene en el tiempo al trabajar con sistema de turnos o por el jetlag luego de un viaje, esto influye en la aparición de enfermedades como la obesidad, diabetes, insomnio y problemas de sueño.
¿Por qué engorda la falta de sueño?
Algunas hormonas implicadas en la obesidad y en el control de la ingesta, como la leptina y la ghrelina, siguen el Ritmo Circadiano.
En su estudio llamado “Sueño y la epidemia de obesidad en niños y adultos”, Eve van Cauter y Kristen Knutson explican que la falta de sueño puede afectar el balance energético e influir en la ganancia de peso debido a tres mecanismos:
- Aumenta el apetito.
- Tienes más tiempo para comer.
- La falta de sueño genera una disminución del gasto energético.
Estudios recientes de la Universidad de Oxford indican que hoy las personas adultas duermen entre 1 y 2 horas menos que hace 60 años, mientras un 30% duerme menos horas de lo necesario.
La recomendación es:
- Pre-escolares: mínimo 9 horas.
- Escolares: mínimo 9 horas.
- Adultos: mínimo 7 – 8 horas.
En resumen, dormir bien y en el horario adecuado ayudaría a regular nuestros ritmos biológicos y eso favorecería la mantención del peso.
Te comparto algunos consejos que pueden ayudarte a lograr estos horarios saludables:
- Mantener una rutina de sueño, con un horario estable de acostarse y despertarse.
- Apagar los aparatos electrónicos una hora antes de acostarse y evitar mantener encendida la luz.
- Hacer ejercicio diario, idealmente en la mañana.
- Evitar el alcohol y la cafeína.
¿Cuánto duermes tú en tu vida cotidiana? Cuéntanos tu experiencia con el sueño.